Autoalojado

Desde que cancelar adquirió un nuevo significado gracias a Internet, reflexiono con frecuencia sobre el tema de la soberanía digital individual. En febrero de 2023 fue cancelado por facebook, tras haber sufrido un robo de cookies por software malintencionado, sin ninguna posibilidad de apelación. Para mí, este fue el detonante. Antes había visto como algunas personalidades de internet eran canceladas de múltiples servicios online a la vez, de forma coordinada. Confiar mi identidad online a empresas que desactivan tus cuentas sin previo aviso me aterra, especialmente en aquellos servicios críticos para mi negocio (correo electrónico, servidores, etc). Perder facebook me importó poco, aunque me hizo darme cuenta de los riesgos que estaba obviando al depender de grandes empresas que ignoran a clientes pequeños como yo. Así comencé mi andadura como autoalojador.

¿Qué son los autoalojadores (selfhosters, en inglés)? Una especie de preparacionistas de lo digital. Esta comunidad es bastante diversa, pero se comparten estos intereses:

  • Controlar tus datos. ¿Te imaginas perder todas tus fotografías y recuerdos por haber dicho una frase incómoda para otros en redes sociales? No, si lo almacenas en tu infraestructura. Autoalojando aquello que te importa eliminas el riesgo de ser cancelado por alguna de las grandes plataformas.
  • Asegurar tu privacidad. Hemos normalizado el mercadeo de nuestros datos. Autoalojarte no es la panacea (seguirás navegando por Internet), pero retiras una valiosa pieza de información de manos de las redes publicitarias.
  • Gestionar infraestructura. Muchos autoalojadores disfrutan gestionando servicios propios, entre los cuales me incluyo. Montar RAIDs, máquinas virtuales, contenedores, etc. puede ser una actividad lúdica si eres de esa clase de personas a las que les gusta trastear.
  • Disminuir costes. Nos hemos acostumbrado a pagar cuotas mensuales por cada uno de los servicios que utilizamos en Internet. Con la subida de los tipos de interés, hemos sufrido subidas en estas cuotas y hay muchos casos en los que se ha aprovechado para hacer subidas desorbitadas gracias a la dificultad para salirse de las mismas. Gestionar tu propia infraestructura no te va a liberar de la subida del IPC, pero sí los aumentos desproporcionados de cuota.
  • Aprender. Por mi trabajo, gestiono infraestructura en la nube para muchos de mis clientes. Al tratarse de infraestructura en producción para otros no puedo experimentar ni perder el tiempo (ya que cobro por horas). Disponer de mi infraestructura me da espacio para aprender y probar cosas nuevas. Incluso cosas muy descabelladas como autoalojar este blog [1].

Empecé como todo el mundo empieza: con un NAS. Aunque tu proveedor de infraestructura te diga que implementa una estrategia 3-2-1 en las copias de seguridad, no se puede asegurar. El proveedor puede que quiebre o que haya mentido. ¿Te la vas a jugar? Lo más cómodo para dormir tranquilo es disponer de un NAS donde almacenar tu copia. Desplegar y gestionar un NAS hoy es más sencillo que nunca.

El siguiente paso es montar un servidor para proporcionar «servicios».

Dado que estoy dando mis primeros pasos en el autoalojamiento, he decidido reciclar chatarra tecnológica que tenía en casa en vez de gastar dinero en nuevas máquinas. He montado un servidor con un viejo portátil de bajo coste de 2010 (un netbook, por usar la terminología al uso) que vive encima del NAS. Tras instalarle un disco SSD que tenía en un cajón y Ubuntu Server 22.04 (instalación mínima), he montado varios containers con:

  • Pi-Hole. Pi-Hole es un bloqueador de anuncios y trackers publicitarios. Está pensado para la Raspberry Pi, pero funciona perfectamente en un container.
  • Uptime Kuma. Uptime Kuma es una herramienta de monitorización de sitios web similar a Uptime Monitor, pero con más características y sin cuota mensual.
  • WordPress. Con este blog que estás leyendo.
  • MariaDB. La imagen de WordPress publicada en Docker no incluye base de datos, de ahí esta necesidad.
  • Scripts. Tengo una serie de scripts en NodeJS para actualizar algunos servicios de Internet. Hasta ahora estaba ejecutándolos en un VPS cloud, pero no tenía mucho sentido financieramente.

Nunca imaginé que un portátil con tan poca potencia tuviese capacidad para montar containers y además respondiese tan rápido. De hecho, me planteo meter algún contendor más con otros WordPress personales que tengo por ahí alojados. Mis páginas personales no atraen demasiado tráfico ni tengo tanto contenido como para que el bot de Google me tumbe la página. Si se me quedase corto, tengo un sobremesa del año 2014 listo para ser incorporarse a la infraestructura.

El proceso de autoalojarse lleva tiempo. No es un camino fácil, pero el resultado es muy placentero. Se descansa mejor sabiendo que tu infraestructura y tus datos son tuyos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.